Textos


  • Piensa por ex más en la muerte, & sería extraño en verdad que no tuvieras que conocer por ese hecho nuevas representaciones, nuevos ámbitos del lenguaje. "Libro de las previsiones, Wittgenstein"

  • El espectáculo de los muertos cuyos huesos afloraban a la superficie de los cementerios como el cráneo de hamlet, no impresionaba a los vivos más que la idea de su propia muerte. Los muertos les resultaban tan familiares como familiarizados estaban ellos con su propia muerte. "Historia de la muerte en occidente. Philippe Ariès"


  • La certidumbre de la muerte nos convierte en verdaderos humanos, "En mortales". No es mortal quien muere, sino quien sabe que va a morir.[...] La muerte es realmente necesaria y resulta un prototipo mismo de lo necesario en esta vida, es personal ya que nadie puede morir por ti y porque no puedes saber lo que siente alguien en el momento de su muerte, es lo más individual y a la vez igualitario que existe. Al nacer aparece en el mundo lo que nunca había existido y al morir desaparece lo que nunca volverá a existir. "Las preguntas de la vida, cap.1 Fernando Savater"
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  • [...]Que se acerque alguien, dijo, ¿Quiere agua?, preguntó una de las hijas, No quiero agua, Quiero morir, Ya sabe que el médico dice que no es posible, padre, recuerde que la muerte se ha terminado, El médico no entiende nada, desde que el mundo siempre ha habido una hora y un lugar para morir, [...]. El viejo musitó algunas palabras al oído de la hija. Ella negaba con la cabeza, pero él insistía e insistía. Esto no va a resolver nada, padre, balbuceó ella estupefacta, pálida de miedo.[...] Desde ahí bañada en lágrimas, fue anunciar al resto de la familia que el padre había determinado que lo llevasen esa misma noche al otro lado de la frontera, donde, según su idea, la muerte, todavía en vigor en ese país, no tendría mas remedio que aceptarlo. La noticia se recibió con un sentimiento complejo de orgullo y resignación, orgullo porque no se ve todos los días a un anciano ofrecerse así, con su propio pie, a la muerte que le huye [...] "Las Intermitencias de la muerte, pág. 50-51 José Saramago"

  • El hombre está condenado a nacer a lo largo de toda su existencia. Abandona el útero, su cuna, su cuarto, su casa... su vida es un constante parto. La muerte es un paso más, el nacimiento  dura toda la vida.  "Nueve meses en el paraíso" Alfred Tomatís.